Al terminar la batalla, un corresponsal extranjero preguntó a un oficial chileno:
¿Puede decirme como un pequeño país como Chile, con menos población y recursos le ganó al Perú y Bolivia? Entonces para darle una respuesta, lo llevó a un hospital donde había algunos heridos peruanos y preguntó a un primer soldado:
Y la respuesta fue:
- Por mi general Iglesias.
Hizo la misma pregunta a un segundo y la respuesta fue:
- Por mi general Cáceres.
Preguntó a un tercero y fue:
- Por Piérola.
Luego llevó a donde estaban los heridos chilenos y preguntó lo mismo a uno solo, y la respuesta fue:
- Por Chile, mi patria.
Deducimos que la culpa fue de los propios peruanos. Nuestro país carecía de fusiles, cañones, barcos, pero adolecía de lo más importante: Unidad Nacional.
¿Qué hacía la gente importante de nuestra sociedad? Mientras la mayoría indígena del ejército peruano
peleaba en los campos de batalla. Los políticos se disputaban la presidencia. Los terratenientes y latifundistas cuidaban sus propiedades incluso colaborando con los chilenos en el “repase” de soldados indígenas peruanos. Los comerciantes protegían sus negocios , y los que pudieron su fueron al extranjero. Oficiales peruanos colaboraban con los chilenos como el caso de Miguel Iglesias, o huían como Lizardo Montero dejando en Arequipa 8 mil fusiles, dos millones de balas, caballos, entre otras cosas que hubiera servido para Cáceres. Las damas de la sociedad tomaban tecito, mientras las mujeres indígenas enterraban a sus esposos.
La historia sirve para esto, para analizar los hechos históricos y no sólo recordarlos sin ningún sentido.
Reflexionemos sobre el requisito más importante que nos falta para el desarrollo: UNIDAD NACIONAL.
Tenemos que unirnos los peruanos para lograr los objetivos de nuestra nación. Empecemos ahora, desde nuestros hogares, nuestros círculos de amigos. Comprometámonos desde hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario